Si, éste es un tema curioso, los programas sirven para una infinidad de cosas distintas.
En mi caso, estoy en un mundo más minoritario que el de las webs, apps y aplicaciones para ordenadores de sobremesa o portátiles… el mundo industrial tiene dos facetas muy marcadas:
a) La presión de tener que terminar algo si o si en un tiempo determinado para evitarle a la empresa un coste terrible en materiales aparcados en planta.
b) La satisfacción de ver que lo programado en un ordenador genera movimiento de algo que puede pesar hasta toneladas.
Las aplicaciones físicas con CNC o robóticas (con robots antropomórficos) pueden llegar a ser muy complejas en cuanto a control de masas, ajustes de motores, cálculos de elementos finitos, mucha geometría del espacio (que usan también los creadores de juegos y librerías para juegos 3D), cinemáticas inversas, feedbacks especiales (como visión artificial)…
Durante el diseño se disfruta, durante la implementación se goza, durante la resolución de problemas y fases de depuración se sufre, en la puesta en marcha se sufre mucho y al final siempre queda esa satisfacción de haber hecho algo que trabajará muy duro durante un montón de años y que ayudará a muchos empresarios a conseguir sus fines.
Es bueno trabajar en lo que a uno le gusta… Sea lo que sea…